lunes, 9 de mayo de 2011

JUDIOS EN LA MASONERIA

JUDIOS EN LA MASONERIA

INTRODUCCION

De la mano de mi padre, entré el sendero de los signos, de los símbolos y se me hizo fácil el camino de la lectura. Eran los años en que finalizaba la II Guerra Mundial. Cuando ya el mundo empezaba a enterarse de lo horrores nazis y sobre todo de su saña terrible en contra de los Judíos.
Americanos y Rusos liberaban prisioneros sobrevivientes de lugares infernales, los Campos de concentración y campos de exterminio en la Alemania nazi y territorios ocupados por la misma (1933-1945)
Campos como Dachau, Buchenwald, Sanchsenhausen, Bergen-Belsen, Ravensbrück, en Alemania.
Auschwitz, Teblinka, Sobibor, en Polonia. Mauthausen-Gusen, en Austria, Theresienstadt, en Checoslovaquia. Les Milles en Francia, también bajo ocupación. La prensa todos los días traía información sobre horrorosos descubrimientos y más aun, los reportajes gráficos de la revista Vea en Chile eran impresionantes. Las Gráficas de la muerte de 6.000.000 de judíos.
Todo esto para un chiquillo de 5 años creó un rechazo al abuso, a la crueldad, a la maldad inconcebible en el ser humano. También un gran sentido de solidaridad y fraternidad con el pueblo judío.

A los 12 años cuando tuve las primeras referencias sobre la orden y de su origen en el Templo de Salomón (entendido con la visión romántica de aquellos años) creí que existía una relación entre el pueblo judío y la masonería. Pero estudiando su historia he entendido que todo es una relación simbólica.

Estas son las razones por las que ofrecí hacer este trabajo, para investigar y des mistificar la relación existente entre judaísmo y masonería, o contubernio como suelen llamar sus detractores y enemigos por algunas coincidencias de principios o de actividades similares de estas colectividades.


En el presente trabajo hago referencia a:
1.- Algunas tradiciones masónicas de origen hebreo.
2.- El Templo de Salomón, y algunos símbolos tradicionales,
3.- La Biblia en la masonería
4.- Los introductores del judaísmo en la masonería.
5.- Los primeros judíos masones.
6.- Las primeras logias en Israel
7.- La Gran Logia de Israel.


1.-ALGUNAS TRADICIONES MASONICAS DE ORIGEN HEBREO

Aunque nuestros modernos ritos y símbolos masónicos son derivados de Egipto, como se ha demostrado en «The Hidden Life in Freemasony» nos han llegado, en su mayor parte, a través de los judíos. La tradición que más ha tenido influencia sobre nuestra moderna Masonería es la de los Misterios Judíos, de manera que la mayoría de nuestras ceremonias y signos están vertidos en una forma judía.
En el libro antes mencionado se ha explicado que muchas de las tradiciones conservadas en el Viejo Testamento, de hecho, tienen una base, aunque los eventos de la historia judía fueron magnificados y desfigurados por la lente de un casi fanático patriotismo a manos de posteriores compiladores de datos. Los libros sagrados judíos, como se conocen ahora, fueron casi totalmente escritos después del retorno del cautiverio; y los escritores sacerdotales que ejecutaron tal obra transfiguraron en una llamarada de entusiasta romance las poéticas tradiciones de su nación.

Los Misterios Judíos, cuya tradición fue llevada a Roma, de donde pasó a los Colegios y de ellos a las fraternidades del medioevo, emergiendo finalmente en los rituales especulativos de los grados de la Hermandad, en el siglo dieciocho, en el Santo Real Arco y el grado de Maestro Masón Mark, y en esos otros emblemas y ceremonias que han sido incorporados a algunos de los grados subsidiarios pertenecientes en su simbólica era al antiguo convenio.
Los Misterios Judíos son la fuente de nuestra presente tradición, pues los tres grados de la Hermandad son, y siempre han sido, la base de todo el sistema de iniciación Masónica, puesto que ellos son el estuche de las reliquias de los Misterios Menores y Mayores de Egipto, únicos que pueden ser llamados grados, en su forma original.

2.-EL TEMPLO DE SALOMON

Jerusalén, cuyo nombre significa "Ciudad de la Paz", es la ciudad de David, Rey de Israel, quien, en el siglo décimo A.C. unificó bajo su gobierno la Tierra Santa (Judea, posteriormente llamada Palestina por los romanos) y estableció en Jerusalén su capital. Su hijo, Salomón, Rey de Israel, tuvo la gloria de construir el Templo al Dios Unico, que se convirtió en el arquetipo de los templos en la civilización occidental, y un motivo central en las tradiciones masónicas en todos sus grados, el modelo del Templo ideal que construye cada Masón en el interior de su corazón. El Templo del Rey Salomón aparece ya en las antiguas Obligaciones de los constructores operativos ("Old Charges"), existentes en la Edad Media, y es fuente de muchas leyendas y características del simbolismo en distintos grados masónicos

Dentro de la historia de la masonería existe el postulado de que la misma tiene sus orígenes en el rey Salomón y en la construcción de su templo. De que Salomón caracterizó los grados masónicos y formuló un programa para cada uno de ellos. El primero, de aprendiz, contenía las pruebas físicas preparatorias a los que se sometía a los aspirantes en las iniciaciones de los misterios egipcios. El segundo, de compañero, encerraba las enseñanzas que los sacerdotes daban a aquellos durante el curso preliminar que precedía a la iniciación, y las conferencias y exámenes que tenían lugar para su calificación en virtud de los resultados obtenidos. Por ultimo, el tercero o sea el de maestro,

El templo de Salomón era originalmente alegórico, no literal. Ese templo no significaría ni más ni menos que el templo o bóveda celeste, de la que el sol es el rey, o centro. El templo sagrado, el templo de Salomón, y el templo del Señor, son todas expresiones de la estructura celeste que nos rodea, el altar en el que está la constelación de Aries, el signo del Oriente.

En la decoración de nuestras logias, el techo del templo está pintado imitando la bóveda celeste, y a su alrededor los signos del zodiaco. Dentro de las logias, el Oriente es el lugar mas importante, donde esta el Trono de Salomón y donde toma asiento el Venerable Maestro. Desde principios del siglo XVIII se menciona expresamente a Jaquin y Boaz, los dos pilares que representan “fuerza” y “estabilidad”.

Otro aspecto interesante del templo de Salomón se refiere a los objetos sagrados que se encontraban en su interior.
Tal vez el mas importante era el Arca de la Alianza , que teóricamente contenía en su interior las Tablas de la Ley que Dios entrego a Moisés en el monte Sinai, así como parte del mana y la Menorah o candelabro de 7 brazos. Otros objetos del templo eran el célebre Mar de Bronce, una piscina o objeto cilíndrico sostenido por doce toros y capaz de albergar 30.000 litros de agua. Otro elemento importante es la conocida Tabla de Salomón, una mesa llamada “Espejo de Salomón”, donde estaba escrito el conocimiento global del Universo, la génesis de la Creación mediante esquemas geométricos y formulada la palabra esencial del nombre de Dios: el Shem Shemaforash.

3.-LA BIBLIA EN LA MASONERIA

Se preguntará: ¿por qué la masonería azul ha tomado el fondo de su sistema de la Biblia y empleado el lenguaje hebraico para sus palabras misteriosas? Creemos, no obstante, poder dar a este respecto una respuesta satisfactoria. Parece que se está de acuerdo sobre la opinión de que los misterios, o más bien la masonería, fueron traídos a Europa por los Cruzados, y fue tal vez, en esta época, en que tomó su nuevo nombre.

Los hombres que se desplazan adquieren una ventaja con la que no cuentan quienes no lo hacen: ver el mundo más allá de su parroquia natal.
No está de más anotar, que esos hombres que se internaban en la tierra para elevar desde allí sus cometidos, haciendo sonar el cincel bajo el martillo, no conocían el relato legendario que el monje Walafrid Strabón había escrito sobre Hiram.

No sería cosa sorprendente que los que se preparaban para conquistar la tierra santa, y plantar en ella el estandarte de la Cruz, hayan encontrado los misterios conservados en esta parte del Asia por el corto número de cristianos que allí se contaban, aceptándolos como vínculos que les uniesen más estrechamente a hombres que podían y debían serles muy útiles, no siendo extraño que los nuevos iniciados hubiesen adoptado, con el lenguaje de los primeros, el proyecto de reconstruir el templo de Jerusalén, reconstrucción que es siempre el objeto de los votos del pueblo judío, si bien en adelante se conociesen por el dictado de masones libres, por oposición al oficio vulgar de albañiles, que era ejercido por esclavos o siervos, siendo la condición de hombre libre requisito necesario para ser admitido en la iniciación. Nada parece más natural.
Sentado este precedente, nos parece fácil concebir cómo la masonería ha sacado de la Biblia los medios y títulos de su organización, o más bien de su reorganización. Se sabe que los primeros cristianos eran judíos reformados, y que antes que la nueva religión hubiese tomado una forma exterior, seguían aún la Ley de Moisés. Los iniciados que habían hecho la revolución fueron bien pronto sobrepujados por otros sectarios más ardientes, según parece; no adoptaron todas las innovaciones, siendo una prueba los cismas de que está llena la historia de la religión. Los iniciados permanecieron cristianos judíos; la Biblia fue siempre su libro sagrado, su ley fundamental, y sus fórmulas permanecieron hebraicas.
Que los misterios hayan experimentado algunos cambios cuando los europeos se iniciaron en gran número para formar una sociedad aparte, bien puede ser; pero sin separarse absolutamente de los hebreos, que les habían enseñado estos misterios, tomaron de su historia y de sus libros canónicos las palabras y emblemas de la masonería: medio cierto de entenderse y de enlazar los misterios antiguos a los modernos. Tal parece que ha sido el destino de la religión judaica, origen o principio de todas las instituciones. Pero después de mucho tiempo, los misterios egipcios han debido, sin duda, haber sido adaptados a las creencias y cultos de los hebreos: la masonería, que remontamos a la época de las cruzadas, pudiera muy bien datar de tiempos mucho más lejanos; y en este caso, la cuestión se encontraría resuelta, pues los hebreos no debían buscar sino en sus libros los emblemas con los cuales querían familiarizar a los iniciados, y a los que, después, han añadido grados de iniciación, viéndose obligados a tener a ésta por tema o norte de sus agregaciones, siendo consiguiente que unos y otros procediesen de la misma fuente u origen.

4.- INTRODUCTORES DEL JUDAISMO EN LA MASONERIA

Walafrid Strabón - del que tan poca mención se hace en los textos Masónicos a pesar de ser el autor de la leyenda más difundida de la Orden: La leyenda de Hiram y que hoy es tan caro para la masonería– fue un monje benedictino nacido en el año 808 en la ciudad de Schwaben ubicada al sur de Alemania, en el estado de Baviera, y fallecido en la misma población en 849, a los 41 años de edad. Durante su vida Strabón alcanzó a ocupar el cargo de Abad de Reichenau, una hermosa isla alemana localizada en el lago Constance, que aún preserva las ruinas de un monasterio benedictino, fundado en 724, que ejercitó notable influencia religiosa, intelectual y artística.

Las Constituciones de Anderson basan los orígenes de la masonería en la Biblia. Así, se explica por ejemplo que la legendaria Arca de Noe fue fabricada según los principios de la geometría y las reglas de la masonería. Esa Arca habría sido fabricada en madera de gofer, contrariamente al Arca de la Alianza, cuyo material fue la madera de acacia. Así, resulta que Noe y sus hijos fueron masones, como también Moisés, que guió a su pueblo masónico y que “los reunía en una logia regular y general”.

En 1721 el pastor presbiteriano Anderson, junto con el pastor anglicano J.T. Desaguliers terminaron la nueva redacción de las Constituciones de Anderson, la que fue aprobada por 14 hermanos masones, con algunas enmiendas, en 1722, y que se convirtió en el texto más importante de la francmasonería. Anderson, que conocía la lengua hebrea, privilegió en las Constituciones la historia del pueblo hebreo, vinculándolo a la masonería. Sus Constituciones no hacen referencia al Nuevo Testamento para evitar conflictos entre cristianos.

5.- LOS PRIMEROS JUDIOS MASONES
En Inglaterra, el rey Eduardo I decretó la expulsión de los judíos en 1290 (algo más de doscientos años antes de que los Reyes Católicos lo hicieran en España).Sin embargo, cierto número de judíos se introdujo en aquel país clandestinamente durante los siglos subsiguientes. Eran, en su mayoría, de origen ibérico (sefardíes) y se hacían pasar por conversos, aunque continuaban practicando privadamente la religión de sus mayores. Se trataba de “marranos” (nombre que recibieron en Castilla por “marrar” en la fe cristiana). Sus contactos comerciales con el exterior y su dedicación a la medicina y otras ciencias (ya que no se les permitía ejercer oficios, ni ingresar en el ejército) favorecían los intereses de la corona británica y ello les valió una tolerancia de hecho que solo consiguieron oficializar bajo el reinado de Carlos II Estuardo, en 1664.
Así pues, la inmensa mayoría de los judíos británicos, hasta el siglo XVIII, eran de origen español y portugués. Tras fundarse la londinense Orden Francmasónica, en 1717, cuyo objetivo fundamental era constituirse en “centro de unión de todos los hombres libres y de buenas costumbres”, por encima de las diferencias raciales, religiosas o ideológicas que siempre los han distanciado o enfrentado, algunos ciudadanos judíos comenzaron a interesarse vivamente por aquella oportunidad de integración social no discriminatoria y sin precedentes, postulada por un puñado de idealistas de formación esencialmente cristiana.
Aunque anterior a la existencia de la primera Gran Logia inglesa, el rabino Yejuda Yacob León (1603-1675) merece ser mencionado por haber aportado unos nuevos diseños del Templo de Salomón que merecieron gran atención en Amsterdam y en Londres. Hasta el punto de pasar a ser conocido como “León Templo”. Mucho más tarde, la Gran Logia de los “Antiguos” (creada en 1751) adoptaría uno de aquellos diseños incluyéndolo en su escudo heráldico, perdurando tal símbolo también en el escudo de la posterior Gran Logia Unida de Inglaterra (la de 1813).
Al parecer, el primer masón judío inglés conocido fue el sefardí Francisco Francia (“el Jacobita”). En 1725 figuran ya en la Gran Logia de Inglaterra: Israel Segalas y Nicolás Abrahams y en la segunda edición del Libro de las Constituciones, publicada por James Anderson en 1738, se menciona a Salomón Méndez, Benjamín da Costa, Isaac Barett y Moisés Méndez, todos ellos sefarditas. En la Gran Logia de los “Antiguos”, figuraron David Lyon o León, Moisés Isaac Levi (llamado Ximénez) y John Paiba. Sin olvidar a los dos sefarditas británicos masones juzgados por la Inquisición portuguesa por tener tal filiación y no por judaizantes: John Coustos e Hipólito da Costa Pereira-Hurtado de Mendoza. El primero lo fue en 1740 y el segundo (que luego fue Gran Maestre Provincial de Rutland), en 1810.
Otros Hurtado de Mendoza británicos, originarios de Livorno (el más importante centro sefardita italiano de aquella época), fueron los luego apellidados Disraeli (Isaac y Benjamín, padre e hijo convertidos al cristianismo, aunque no masones, alcanzaron conocida notoriedad literaria y política).
También sefarditas, llegados a Holanda durante los siglos XVI y XVII procedentes de España y de Livorno, pasaron luego a las colonias americanas, donde, al surgir la Francmasonería en el siglo XVIII, algunos fueron iniciados en las logias creadas en Georgia (como fue el caso del primer judío masón norteamericano conocido: Moisés Nunis o Núñez, en 1732). En Massachusets (con la familia de Abraham Campanal), en Rhode Island y en Carolina del Norte y del Sur, quedó registrada la presencia de diversos judíos sefarditas. El sefardita antillano Emmanuel de la Mota participó, junto a otros masones europeos y norteamericanos, en la creación del primer Supremo Consejo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, en 1801/1802.
6.- LAS PRIMERAS LOGIAS EN ISRAEL

Los albores de la Francmasonería en Israel datan de fines del siglo 19, cuando las primeras Logias se formaron bajo obediencias tan diversas como la Gran Logia de Canadá y el Rito Misraim de Francia. La actual Logia Brakai N17 de Tel-Aviv, comenzó sus actividades alrededor de 1890 con el nombre “Le Port du Temple de Salomón” bajo la obediencia del Rito Misraim. En 1906 cambio su nombre al actual y su afiliación al Gran Oriente de Francia. Después de la primera guerra mundial, cuando el país se transformo en un Mandato gobernado por Gran Bretaña, fueron creadas varias logias de habla inglesa, como por ejemplo la actual Logia Reuben N1 de Haifa, que comenzó su existencia en 1931 como Logia Rubin N1376 bajo la Gran Logia de Escocia. Al mismo tiempo se organizaron numerosas Logias que trabajaban en hebreo y en árabe, bajo la obediencia de la Gran Logia Nacional de Egipto.
Durante veinte años había funcionado en Palestina una Gran Logia Nacional irregular, formada bajo los auspicios de la Gran Logia Nacional de Egipto, ella misma asimismo irregular. Todas estas Logias devolvieron sus cartas constitutivas y recibieron otras nuevas de la Gran Logia del Estado de Israel.

7.- LA GRAN LOGIA DEL ESTADO DE ISRAEL

La Gran Logia del Estado de Israel fue consagrada en Jerusalén el 20 de octubre de 1953, por el Gran Maestro Pasado de la Gran Logia de Escocia, el conde de Elgin y Kincardine. Su primer Gran Maestro fue el H Shabtai Levy, de Haifa. La Gran Logia contaba, a la fecha de su consagración, con 30 Logias, 5 de ellas habían levantado columnas bajo la obediencia de la Gran Logia de Escocia y ahora cambiaron su afiliación a la nueva Gran Logia.

En los últimos cuarenta años, la Francmasonería israelí ha crecido y se ha diversificado. Existen en la actualidad mas de setenta Logias activas, trabajando en ocho idiomas distintos (hebreo, árabe, inglés, francés, castellano, alemán, rumano, y turco). Los templos masónicos funcionan en casi todas las ciudades de Israel, desde Naharia y Safed en el norte hasta Eilat en el sur.

No menos importante, la Gran Logia del Estado de Israel se ha ganado el reconocimiento de casi la totalidad de las Grandes Logias regulares del mundo. Existen además un Supremo Consejo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, Grado 33, bajo el cual funcionan las Logias de Perfección y talleres de grados superiores. Asimismo existe un Supremo Capitulo del Arco Real, que agrupa numerosos Capítulos del Arco Real y otros grados del sistema ingles o Rito York (grados de la Marca, Crípticos del Cautiverio, etc.). También estos altos organismos masónicos gozan de reconocimiento internacional.

CONCLUSIONES:

Podemos concluir que la Masonería no nació en Israel ni fueron judíos sus primeros componentes, pero los iniciados si se han dedicado con mucha entereza y vigor a la Orden haciendo extraordinarios aportes. Quiero destacar a HH:.actuales, como León Zeldis, chileno. José Schlosser, nacido en Uruguay, Touvia (Teddy) Goldstein, nacido en Lima, Perú, pero criado en Chile, porque creo que todos nosotros no hemos bañado con las extraordinarias luces de sus conocimientos masónicos.
ramtork

RAMIRO TORO CANDIA








BIBLIOGRAFIA:

LA FRANCMASONERÍA EN ISRAEL
M R H LEÓN ZELDIS V.M.P.

JUDIOS Y MASONES. DE DONDE VENGO?
CARLOS EDUARDO AGÜERO LUGO-
GRAN ORIENTE DE PARAGUAY

REVISTA “HIRAM ABIF” EDICION 97

ESCUELAS SECRETAS DE LA MASONERÍA
POR C. W. LEADBEATER

M:.R:.H:.FRANCISO DE ASSIS CARVALHO ("XICO TROLHA") DIRECTOR DE LA REVISTA MASÓNICA A TROLHA-BRASIL

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