lunes, 9 de mayo de 2011

LA BIBLIA ¿UN MITO?

LA BIBLIA ¿UN MITO?

Siempre fui, en relación a las cosas “sagradas” un tanto escéptico, y la Biblia, uno más de los libros de la biblioteca de mi padre, simplemente la Historia del pueblo judío y que, estando en la primaria me servia para cotejar los eventos de “semana santa” y leer repetidamente las aventuras de Sansón y Dalila, David y Goliat, Jonás y la Ballena, el Arca de Noe, las trompetas de Jericó y muchos otros relatos.
En los años ochenta, ojeando libros en la vieja Librería de Orientación Filosófica en la avenida Lincoln de Sabana Grande encontré los Libros del Dr. Jorge Elías Adoum (Mago Jefa): ESCRITOR y MÉDICO NATURISTA.quien nació el 10 de marzo de 1897 en el Líbano y residente en Ecuador. El V.M.Samael Aun Weor se refiere a él como insigne escritor Gnóstico y gran maestro de Misterios Mayores de la Logia Blanca.)
Aunque fue un prolífico escritor, no se conoce ningún currículum-vitae suyo, ni siquiera para la contratapa de alguno de sus numerosos libros.

Fue en una de esas búsquedas en que me llamo la atención su libro El Génesis Reconstruido, en el que Jorge Adoum plasma su indagación bíblica, y con elementos muy concretos en sus manos: el viejo texto original hebreo y el concurso desinteresado y sabio de un rabino experto en la lengua original y hace una disección del Genesis Bíblico.

Adoum tiene a su haber 9 libros de temas masónicos.

La primera parte de este trabajo esta basado en la introducción de la obra:
EL GENESIS RECONSTRUIDO del Dr. Adoum.

La segunda parte. De la introducción al ATENEO III de la Resp:.Log:. Fraternidad Nº de Israel. Palabras de M:.R:.H:. Jose Schlosser y que hace referencia al Libro La Biblia Desenterrada de ISRAEL FINKELSTEIN, Profesor de Arqueología en la Universidad de Tel Aviv

La tercera parte. Es un artículo que nos enviara el Q:.H:. Edgard sobre este tema.

Cuarta parte: La Biblia en la Mas:.

LA BIBLIA (un mito?)

EL GENESIS RECONSTRUIDO
INTRODUCCIÓN
El Libro de los Libros es, hasta nuestros tiempos, la Biblia Ante este monumento que supervivió a través de las edades, encontramos la humanidad dividida en tres sectores:
1° Los que tienen fe ciega en la Biblia y están convencidos de que este Libro constituye la base de la civilización; y que es el fundamento del Cristianismo, tal como se lo conoce hoy.
2° Los científicos que se mofan de la Biblia en cuya divina inspiración ningún hombre culto cree; por el contrario se burlan de todos aquellos ingenuos que lo toman como un libro revelado e histórico; y
3° Los muy pocos seres que trataron de penetrar en los misterios de la Biblia, para comprenderla y lanzar al mundo su sentido verdadero. En nuestras manos se halla un folleto escrito por Carlos Brandt, titulado EL FANATISMO RELIGIOSO y en su prólogo dice lo siguiente: "La fe es un parásito que sólo florece en el estéril campo de la ignorancia y la indolencia".

San Pablo define la fe de esta manera: "Es, pues, la fe, la substancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven".

¿Y qué más digo? — enseña San Pablo — porque el tiempo me faltará contando de Gedeón, de Barac, de Sansón, de David, de Samuel y de los profetas.
Que por fe ganaron reinos, obraron con justicia, alcanzaron promesas, taparon la boca de los leones...
Y aquél que dijo "Al que cree todo le es posible".
Seguramente hay una fe ciega; pero hay también una fe inteligente. La fe ciega es una confianza instintiva, es una confianza en un poder más alto que nosotros mismos. La fe inteligente está basada en un principio inmutable.
Pero debemos saber que la fe no depende de los hechos físicos o de evidencia de los sentidos, porque nace de la intuición o del Espíritu inmortal de la verdad, al centro de nuestro ser y está fundada en la verdad.

Sin embargo debemos diferenciar entre la fe ciega y la fe inteligente y lo más sorprendente es que estas dos maneras de fe no pueden contradecirse en su esencia, porque ambas conducen a un mismo fin que es la creencia.
Mas, desgraciadamente, los que tienen fe ciega, tratándose de asuntos religiosos, están ya acostumbrados a no razonar nunca y conceptúan al Dios de la Biblia como un hombre que tiene su cólera y sus caprichos, como lo veremos en la refutación de los científicos intelectuales que consideran la fe en todas sus fases, como "Parásito que sólo florece en el campo estéril de la ignorancia y de la indolencia".

Tratándose de la segunda categoría que se compone de los dentistas intelectuales, que se burlan de la Biblia vemos aparentemente que tienen razón hasta cierto punto.
Estos niegan la creación del Universo, porque dicen que "De nada no viene nada'1, y es una verdad. Que al hombre, Dios lo fabricó de barro y a la mujer de una costilla del hombre; y que la serpiente tentó a la mujer, y que por causa de Adán, toda la raza humana debe sufrir, etc. también todas estas enseñanzas son absurdas.
Con toda franqueza podemos decir que si vamos a tomar la Biblia al píe de la letra o si vamos a creer en la letra muerta de la Biblia, la letra nos mata.
Si tomamos la Biblia desde el primer versículo del Génesis no vemos en ella más que absurdos, excluyendo los preceptos higiénicos de Moisés y algunas enseñanzas filosóficas de Isaías y Job, los cantos y proverbios de Salomón y de David y sobre todo las doctrinas de Jesús.

Pero si queremos entresacar solamente lo valioso que tiene la Biblia y compararlo con el inmenso fárrago que contienen su letra muerta de puerilidades, soeces contradicciones absurdas e inmoralidades de las que está plagada, resultaría un caos de supersticiones antiguas de la Palestina; fábulas de los hindúes y de los persas e imitaciones de mal comprendidas doctrinas y ritos egipcios, crónicas tan insulsas como históricamente inadmisibles y poesías eróticas de mal gusto de una sensualidad afrentosa.
Las Tablas de la Ley o el Decálogo existía muchísimos siglos antes de Moisés; pues ha sido desenterrado de las excavaciones de Babilonia. En cuanto a las bases del Nuevo Testamento, tampoco son originales. El amor de los unos a los otros; el amor a todas las cosas, ya lo habían predicado también Osiris, Zoroastro, Buda, Confucio, Solón, Pitágoras, Tales, etcétera...
Esto nos demuestra que la verdad existió con la formación de los hombres; esto es, desde el principio de lo que llamamos creación.

Tratar de criticar toda la Biblia, con los cientistas, sería una tarea inacabable. Luego hasta los mismos padres de la Iglesia dudaron del texto y de la letra que mata.
La historia de Adán y Eva y de la culebra fue tomada de los babilonios; éstos la tomaron de los egipcios y éstos de los hindúes y éstos de los persas y éstos de los chinos, etcétera...
Adán. es Adimán del Sánscrito o "El primer hombre". Eva es Heva "el complemento de la vida" que aparece en la Vedanta, en el Avesta y en "El Libro de los Muertos", del Egipto, que fueron las fuentes en que bebieron los confeccionadores de la Biblia. También en los Vedas encontramos el Paraíso, la fruta del árbol prohibido, etcétera...

La culebra es un símbolo egipcio. El diluvio universal fue relatado en todos los libros sagrados, pero en fecha mucho más anterior que la de la Biblia.
Luego, según la Biblia, los tres seres humanos que existieron en el mundo, fueron Adán, Eva, y su hijo Caín (porque Abel fue asesinado y Set nació después). ¿Cómo pudo encontrar Caín una mujer para casarse en el extranjero y tener un hijo y luego construir una ciudad dándole el nombre de su hijo? ¿Acaso puede un hombre solo construir una ciudad y quienes la habitaron?
Después cuando Dios terminó su obra vio que era muy buena, pero luego vio que era mala porque los hombres salieron malos y le pesó grandemente haberlos hecho, (Génesis Vl-6) y dice: Estoy cansado de arrepentirme (Jeremías 15-6) y después se le ocurrió enviar el Diluvio Universal, que acabó con todo ser viviente en la tierra, con excepción de Noé y sus hijos que se salvaron en un arca que no tenía más de trescientos codos de largo por cincuenta de ancho (Génesis Vl-15) y allí cupieron un par de cada una de las especies animales de la creación.

En el Génesis (Vll-8-9) la Biblia dice que Noé metió dos animales de cada especie. Pero en el Génesis (Vll-2) dice siete de cada clase. ¿Y los cocodrilos y los anfibios tuvieron que encaramarse en el arca?
Y Matusalem, ¿cómo se salvo del diluvio? ¿Entró también en el arca? De otra manera no habría podido vivir 996 años.
Si queremos analizar, versículo por versículo del Génesis, no podemos encontrar uno solo que sea lógico y racional.
No solamente los profanos son los únicos que encuentran disparates en la Biblia. Muchos santos de la Iglesia Católica reconocen que dicho libro está lleno de sandeces, atribuidas a Dios y que no se puede tomarlo al pie de la letra. San Agustín declara que: "Los tres primeros capítulos del Génesis son inverosímiles y no se puede creer en ellos sin cometer impiedad, atribuyendo a Dios cosas indignas de éste".
También Orígenes (Philos. Pág. 12) dice que si el Génesis Bíblico se toma al pie de la letra, resulta "absurdo y contradictorio".
Tertuliano, quien no pudiendo negar los absurdos de la Biblia y no queriendo tampoco abandonar su fe en dicho libro, exclamó: "Lo creo porque es absurdo".

Ahora, al llegar a este punto, cabe dirigir esta pregunta:
¿Qué rumbo se debe tomar con respecto a la Biblia?
Ya hemos enumerado una milésima parte de las refutaciones dentistas y hemos corroborado con ellos, refutando los absurdos que nos trae dicho libro.
Ahora cedemos la palabra al gran hebreísta Fabre D'Olivet, cuya labor es realmente formidable, sobre la Biblia.
Fabre D'OIivet quiso continuar la labor emprendida por San Jerónimo y tantos otros exégetas que quisieron desentrañar el sentido del libro del Génesis pero pronto se dio cuenta de que las palabras hebreas habían ido perdiendo poco a poco su significado primitivo y que sólo conservaban una ligera sombra del mismo, por la porción de matices de significado, expresados por una misma palabra de las lenguas semitas.
El Génesis original al ser traducido al griego y de ahí al latín y a los idiomas modernos, a base de hebreo mal comprendido, acarreó al texto términos incomprendidos.

Fabre D'0livet, para saber lo que decía el Génesis, tuvo que restituir las raíces y las palabras hebreas a su primitivo sentido, para poder traducir un nuevo libro del Génesis. Para esto tuvo que escribir la obra LA LENGUA HEBRAICA RESTITUIDA, en dos volúmenes. En esta obra, el autor explicó las raíces hebreas perdidas y luego tradujo el Génesis, según su verdadero sentido.
Aquellos que poseen bien un idioma semita, conciben fácilmente la idea de que el ilustre Fabre D'Olivet acertó en toda su orientación explicativa, aunque por necesidad, tuvo que extenderse en el texto para hacerlo más comprensible.
Para el mundo profano este autor es desconocido y el gran público, como hemos dicho al principio de nuestra introducción, son o creyentes religiosos o incrédulos cientistas y resulta imposible convencer a las dos categorías de su error.
El Génesis tiene su significado completamente distinto del que corrientemente se le atribuye. Los personajes humanos del Génesis, nunca han existido y todo autor religioso o un maestro de escuela ocultista, que trata de afirmar la existencia de alguno o algunos de ellos se asemeja al que pretende demostrar la existencia física del dragón, del fénix y de todos los personajes fabulosos de la mitología.

Los personajes del Génesis son meras fuerzas espirituales o entelequias, y la creación del mundo material, queda absolutamente convertida en la creación de un mundo espiritual que expresa el paso o el tránsito de lo Absoluto a lo relativo, de lo Uno a lo múltiple; de la inmanifestación a la manifestación. Todos los personajes del Génesis no son todavía fases materiales ni humanas de esa evolución.
.Este es el significado verdadero del Génesis de acuerdo con las doctrinas de Valentín, Plotino y demás filósofos gnósticos.
Corroborando con el famoso hebraísta Fabre D'Olivet, podemos también afirmar que las lenguas antiguas del Oriente, tienen el sonido vocal inherente a las consonantes y va con ellas sin ser escritas', ni se distingue de ellas, cosa que no sucede en las lenguas modernas de Europa. Para que el lector pueda comprender fácilmente la explicación, podemos darle un ejemplo: Tenemos delante de nosotros esta palabra árabe, compuesta de tres letras (MLK) según la vocal, acentos o puntos vocales que lleva cada letra, significa algo distinto; pero esta vocal, acento, a menudo, no va escrita sino intuida o interpretada; por eso ha dicho un sabio occidental de cuyo nombre no me acuerdo: "El occidental lee para aprender; el oriental aprende para leer". Ahora volvemos a nuestra palabra Mlk; si le pronuncio Malek, significa rey. Si Malak o Malk, es ángel y si digo Mulk designa pertenencia.
En un idioma así, fue escrito el Génesis, cuyas palabras tiene vocales pronunciadas o sobreentendidas, pero no escritas.
El hebreo no tenía alfabeto. Sus caracteres son de origen caldeo. El mismo nombre lo demuestra, pues dicho nombre es Catibah Ashourith, significa Escritura Asiría, epíteto conocido por todos los rabinos.
Fue Esdras, hombre genial, quien, poco después del retorno de los judíos del cautiverio a Jerusalem, revivió el Libro Sagrado de su nación; y lo transcribió todo en caracteres asirios con sus respectivas vocales y vocales acentos; mientras que los samaritanos, aferrados al carácter antiguo, acabaron por desnaturalizar el texto original, por la alteración continua de la pronunciación, con acentos vocales vagos.
La lengua hebrea, corrompida ya por un pueblo basto, perdió con el tiempo y después del cautiverio, el verdadero sentido del texto sagrado; y este texto quedaba confuso por completo en sus caracteres, de los cuales, sólo una tradición oral conservaba su interpretación.
Esta tradición llamada Kabala, era patrimonio de los Esenios que la transmitían secretamente a los iniciados, pero este sentido verdadero, fue completamente extraviado después del cautiverio de Babilonia.

Así pues, los hebreos transformados en judíos seis siglos antes de Cristo, no hablaban ni comprendían ya su lengua original. Empleaban un dialecto arameo, formados por la reunión de varios idiomas de Asiría y Fenicia, que según d’Herbelot, era el puro caldeo. Jesús enseñó su doctrina en arameo, estando entre los judíos.
También los poseedores del Libro tuvieron violentas disputas sobre las diversas interpretaciones que se daban al Génesis. Unos pretendían poseer la ley oral dada en secreto por Moisés, otros negaban la existencia de esta ley, rechazando toda ciase de tradiciones y querían que se atuviese a las explicaciones más literales y materiales.
De estas disputas nacieron dos sectas. La primera, la de los fariseos, fue la más numerosa y admitía el sentido espiritual del Génesis. La segunda, la de los saduceos, consideraba fábulas todas las tradiciones, negaba la inmortalidad del alma, creyéndola como consecuencia de la organización del cuerpo que debía desaparecer con él.
Entre estas dos sectas se formó una tercera menos numerosa; pero mucho más instruida. Esta conservó la letra y el sentido: la letra para el exterior y el sentido de la tradición y la ley oral, para el secreto de Santuario. Esta tercera se componía de Esenios que vivían lejos de las sociedades particulares y de las ciudades y se aplicaban en gran manera a la moral y al estudio de la naturaleza. Los Esenios se instalaron en Egipto y muchos miembros de ellos frecuentaban reuniones judías. Su retiro fue en los alrededores de Alejandría, hacia el lago y el monte Mona (nombre conocido y familiar para todos los místicos y ocultistas).

Entonces la ley oral de Moisés se conservó entre los Esenios mientras que los fariseos se contentaban con sus Targumes (comentarios) muy lejos del sentido interno, como se lo reprochaba Jesús en todo momento.
Nuevamente el idioma de Jerusalem sufre otro cambio con los Seleucidas, después de la muerte de Alejandro y sus capitanes. Este cambio lo aleja cada vez más del hebreo, y la lengua griega fue llevada por los conquistadores a todas partes. El Libro de Moisés desfigurado ya por los comentarios, va a desaparecer completamente en la versión de los griegos.
Después la historia siempre generosa con sus dones nos regala la famosa versión de los judíos helenistas, llamada vulgarmente, versión de los Setenta.
Nadie nos dice que si los setenta intérpretes estaban o no en celdas separadas, mientras trabajaban en dicha obra y en fin, si estos intérpretes serian profetas o simples traductores.

Fabre D'Olivet dice: Es muy dudoso que fueran en número de setenta para terminar este trabajo. El nombre de versión de los setenta, procede de otra circunstancia que referiré:
El Talmud asegura que sólo fueron cinco los intérpretes, lo que es casi probable, pues se sabe que Ptolomeo no mandó traducir sino los cinco libros de Moisés. Pues el sanhedrin acogió la demanda; y como este tribunal se encontraba entonces compuesto de setenta jueces, de conformidad con la ley, dicha versión recibió por ello, el nombre de "Versión de los Setenta"; es decir: aprobada por ellos. Mas como dice Bossuet, el resto de los libros sagrados fue traducido al griego expresamente para uso de los judíos diseminados por Egipto y Grecia, aquellos que se habían olvidado del hebreo y el caldeo.
Tal es el origen de la 'Biblia, Es una copia en lengua griega de las escrituras hebreas, donde se conservan las formas materiales para aquellos que no ven nada más allá, ni pudieran sospechar sus formas espirituales. Solamente los Esenios fueron los únicos que poseían el verdadero sentido del Sefer de Moisés.

En este estado de ignorancia, fue cuando la Providencia, queriendo cambiar la faz del mundo, mandó a Jesús. Un nuevo culto nació; el cristianismo se extendió, se elevó e invadió Asia, África y Europa. Los cristianos empapados por la doctrina de Cristo, anatematizaban las formas groseras y exteriores del texto Bíblico. Entre ellos podemos citar a: Valentín, Basilido, Marción, Apeles, Bardesán, y Manes, el más terrible enemigo de la Biblia. Todos trataban de impío al autor de un libro, en el que el Ser bueno por excelencia estaba representado como el autor del mal, y este Ser crea sin objeto, escoje arbitrariamente, se arrepiente, se irrita, y castiga la posterioridad inocente, por la culpa de uno solo, al cual preparó la caída, etcétera...
Unos patriarcas acusaban a los judíos de haber llenado los libros de Moisés, de cosas falsas e injuriosas de la Divinidad.
San Agustín, convenía en que el sentido literal de los tres primeros capítulos del Génesis atribuyen cosas indignas de Dios.
Orígenes creía que la historia de la creación tomada al pie de la letra es absurda y contradictoria.

San Jerónimo vio también la horrible imperfección de la versión de los helenistas, y quiso remediarla y hubiera remediado el mal, pero tuvo miedo de causar un escándalo parecido al de Marción o al de Manes. Tomó un maestro rabino de la escuela de Tiberíades y comenzó a estudiar el verdadero hebreo, para recurrir al texto original del Génesis. Entonces la Iglesia lanzó el grito de indignación. San Agustín y Baffin atacan sin miramientos a San Jerónimo, quien viéndose el blanco de estas borrascas, se arrepiente de haber dicho que la versión de los setenta era mala, tergiversa diciendo, que el texto hebreo está corrompido.
San Agustín se aviene en que la versión de los setenta es con frecuencia incomprensible; y que la providencia de Dios permitió tales traducciones de esta manera, para las naciones que debían abrazar la religión cristiana.
Esta es la traducción latina denominada Vulgata. El concilio de Trento, declaró auténtica dicha traducción, sin hacerla infalible; sin embargo, la Inquisición la ha sostenido con toda la fuerza de sus argumentos convincentes, que fueron propios.

Luego Martín Lutero que decía que los helenistas son unos ignorantes, copió a San Jerónimo y no pudo desprenderse del origen griego, y del latín, ni antes ni después de la reforma.
La Biblia contiene cuatro mil errores según los enemigos y amigos del libro, pero nadie ha podido corregir estos errores porque el texto original está perdido con la pérdida de la lengua hebrea, desde "hace 25 siglos y el sentido del Génesis sigue oscuro y cualquiera que sea la lengua a que se vierte, es siempre la versión helenista que se traduce. Es imposible salirse de este círculo vicioso, porque existen muchos motivos para no poder restablecer la lengua hebrea perdida a sus principios originales; y, de esta manera, desde hace más de tres mil años, permanecieron ocultos los tesoros acumulados por la sabiduría de los Egipcios.
Nosotros estamos convencidos como hemos declarado en nuestra obra: RASGANDO VELOS o "La Develación del Apocalipsis" que el Génesis es la iniciación descendente mientras que el Apocalipsis es la iniciación ascendente.

El Génesis es el proceso del desarrollo de las fuerzas espirituales en el hombre y no es la creación del mundo material, pese a todos los exégetas reformistas y seudo escuelas, que pretenden haber encontrado las llaves de los misterios. Los personajes del Génesis no son fases materiales ni humanas de la evolución, sino un resumen simbólico de la Evolución.
Nosotros siguiendo los pasos de Fabre D'Olivet, y de San Jerónimo; y, por desconocer el hebreo tuvimos que acudir a un Sabio rabino, para la ejecución de nuestro trabajo.
Después de trabar amistad con él, hubo entre los dos la conversación siguiente:
—Le voy a pedir un favor grande y es el siguiente: que me traduzca el Génesis de Moisés; palabra por palabra, sin atender al sentido.
El Rabino dijo:
—Esta sería una tarea inútil, porque con la traducción literal no se puede sacar nada en limpio.
—No importa —le dije— me interesa el asunto para un fin preconcebido y deseado.
El buen Rabino no quiso discutir más, tomó la Biblia Hebrea y comenzamos la traducción.
Para que el lector pueda darse cuenta de la tarea, vamos a traducir el primer versículo, palabra por palabra y entonces puede juzgar la diferencia que existe entre el original y el texto traducido, y así sucesivamente hasta algunas decenas de capítulos.

El primer versículo del texto hebreo dice así: Bera – Shit Bara - AIohim - Ath Shemain - Ath-Areth (o Hashame 'yem v 'ath Had 'retz).
Su traducción literal sería así:
En principio - Seis - Determinó - los Dioses - substancia
-Cielos - substancia - tierra.
La traducción textual de la Biblia es:
En el principio creó Dios el Cielo y la Tierra.
Nuestra traducción es:
En principio por los seis (constructores) en seis épocas determinó El Ser de los Seres (o El Ellos) la existencia potencial de los cielos y de la tierra. (Su símbolo es dos triángulos entrelazados con el punto en el medio).
Pero sucede, muchísimas veces, que de la traducción literal de un versículo no se puede sacar ni un sentido en limpio; en este caso hemos tenido que acudir a la traducción de Fabre D'Olivet y tratar de reducir las palabras del texto original.
Para facilitar al lector el estudio de la obra, hemos copiado de la Biblia Católica el texto, y después de cada versículo hemos insertado la traducción original hebrea, con la máxima fidelidad en la interpretación de su sentido.

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EN DEFENSA DE LA BIBLIA

Partes del discurso de Introducción al “ATENEO III” de la Resp:.Log:. Fraternidad Nº 62 de Israel. Palabras de M:.R:.H:. Jose Schlosser y que hace referencia al Libro La Biblia Desenterrada ISRAEL FINKELSTEIN, Profesor de Arqueología en la Universidad de Tel Aviv

ISRAEL FINKELSTEIN Y LA DESTRUCCION DE MITOS

Profesor de Arqueología en la Universidad de Tel Aviv.

“En su libro, LA BIBLIA DESENTERRADA. Finkelstein y sus asociados llegaron a la conclusión de que toda la Biblia es una obra de ficción. Desde Abraham y Jacob, (2000 A.C) a través de Moshé, el Exodo, la toma de Canaán, (1500 A.C.), David, Salomón y Jerusalén (1000 A.C), es todo un cuento: en los yacimientos arqueológicos, - dicen,- no hay pruebas materiales de que todo esto haya sucedido.

Y aquí Finkelstein comienza a suponer, porque tampoco tiene pruebas de lo que afirma: dice que allá por el 1200 A.C., grupos nómades anatolios, egeos y especialmente canaanitas se asentaron en el Israel de hoy. Que de allí proviene el pueblo judio. Y que la modesta historia de Israel comienza con Saúl y David.

Y de pronto, todos los mitos en los que tanto judíos como cristianos basan su identidad, corren el riesgo de ser arrasados. Sin pruebas.

El admirado arqueólogo Israel Finkelstein debería evitar sus intentos de negar todo lo que las limitadas posibilidades de la búsqueda científica aún no encontró. Esperar con paciencia y trabajo a encontrarlas, e incorporar a sus futuros descubrimientos, si los hay, una mínima proporción de humanistas sentimientos de orgullo por las maravillosas conquistas que a través de siglos ha logrado el mundo judeo-cristiano,

Por eso: pedimos racionalidad, pero adaptándola a las estructuras culturales que sostienen la razón de existir del pueblo hebreo

Empirismo sí, pero protegido por la conciencia auto-limitante de los misterios que el hombre no es capaz de develar”.


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Por último, me refiero a un interesante artículo que nos enviara el Q.:H.: Edgard Perramón

Subastan carta de Albert Einstein en la que niega la existencia de Dios
Una carta en la que Albert Einstein calificó la idea de Dios como producto de la debilidad humana y a la Biblia como una colección de leyendas "más bien infantil" se vendió en una subasta por más de 200.000 libras (400.000 dólares).
Bloomsbury Auctions informó que la carta fue vendida a un coleccionista de ultramar después de una sesión sumamente competitiva anoche en Londres. El precio de venta de 207.600 libras (404.000 dólares) incluyendo la prima para la casa de subastas, superó más de 25 veces el cálculo anticipado.
Bloomsbury no identificó al comprador, pero el director gerente Rupert Powell dijo que era alguien "apasionado por la física teórica".

"Esta carta extraordinaria parece haber resonado particularmente, y permite atisbar íntimamente una de las grandes mentes del siglo XX", comentó Powell.
La carta fue dirigida al filósofo Eric Gutkind en enero de 1954, un año antes de la muerte de Einstein. En ella, Einstein dice que "para mí, la palabra Dios no es más que la expresión y producto de la debilidad humana, y la Biblia una colección de leyendas honorables pero todavía primitivas que son de todos modos bastante infantiles".

Los expertos dicen que la carta apoya el argumento de que el físico tenía una visión compleja y agnóstica de la religión. Pese a rechazar la religión organizada, a menudo hablaba de una fuerza espiritual en la trama del universo.

LA BIBLIA EN LA MASONERIA

Sobre el Ara en logia, distinguimos, en primer lugar, el Libro de la Ley Sagrada, o de la Ley Moral.. En nuestras latitudes, corresponde a la Biblia, si bien en otras, corresponderá colocar aquel libro que se considere contenga la voluntad revelada del G.•.A.•.D.•.U.•. .

La presencia de un Libro de la Ley sobre el Ara, es una exigencia reglamentaria de las llamadas “Logias regulares”, pues así lo establecen los “Antiguos Límites”. Debe encontrarse abierto desde el momento en que se inician los trabajos.

Sobre el Libro de la Ley, se coloca un compás, cuyo vértice apunta al oriente, (desde donde proviene su energía), y sus puntas se dirigen hacia el occidente. Esta herramienta, de gran contenido simbólico, representa la justicia con que deben medirse los actos de los hombres y, porque no, también nuestras acciones.

Apoyada sobre el compás, observamos una escuadra. Al igual que la anterior, es una antigua herramienta recibida de la orden de constructores, con un riquísimo significado simbólico.

De modo que sobre el Altar encontramos presentes lo que se conoce como las Tres Grandes Luces de la Masonería: el Libro de la Ley, el compás y la escuadra, las cuales representan la sabiduría del G.•.A.•.D.•.U.•., el espíritu y la materia.

Mas allá del creer o no creer en la Biblia, ella es solo un símbolo sobre el cual se adquieren los compromisos de honor.

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BIBLIOGRAFIA:

1: Doctor Jorge E. Adoum: El Génesis Reconstruido, Introducción. Editorial Kier. Buenos Aires. 1982
2.: M:.R:.H:. José Schlosser
De la Resp:.Log:.Fraternidad Nº 62 ( Tel Aviv, Israel) Internet.

3: Articulo que nos enviara el Q..H:. Edgard Perramón

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